Por: Jairo Herrera Cardoso // Neuropsicólogo Educativo.
“Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia” J.E.R
José Eustasio Rivera, el hombre de las letras huilenses y creador de Tierra de Promisión, La Vorágine, Juan Gil, desconoce en su infinito imaginario y celestial que no existe una Casa Museo en su tierra que lo vio nacer y donde tanto se dicen que lo admiran.
En el país tenemos la Casa Silva, la Casa Gabo, pero en este Huila de “coveros”, hablan tanta “Cova” que los pocos soñadores suelen parecer personajes paradigmáticos e irreverentes al solicitar las instalaciones donde funcionaba el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), para crear la casa Rivera.
Sería un espacio para rendirle un homenaje a José Eustasio Rivera en donde se aporten sus pertenencias, fotos, indumentarias, escritorios de la época, la máquina de escribir y el baúl de los recuerdos, en una casa de tanto valor cultural, que hoy alberga una institución tan respetable que debe darle paso a la Casa Museo Rivera.
“José Eustasio Rivera es el narrador y el mundo diferente es “Cova”, personaje central de la obra de Rivera y La Vorágine es la parábola del fracaso del intelectual en la sociedad colombiana” (poeta Guillermo Martínez).
Asumiendo el papel de osado, recuerdo que el segundo apellido de Rivera, es Salas y revisando el árbol genealógico me adentro en la descendencia hasta llegar al ilustre Julián Motta Salas, quien padeció en los avatares del tiempo toda una polémica literaria, nunca se imaginó que el colegio “INEM” en los años setenta, primero se llamara Eustorgio Salgar. Después de una revisión cultural, literaria y tesonera, los académicos lograron que se tomara una decisión política y hoy la institución educativa “INEM” lleva el nombre de “Julián Motta Salas”.
La familia Salas descendientes de José Eustasio Rivera Salas, es prolífera, perseverante y cuenta para bien de lo huilenses con el académico e historiador Reinel Salas Vargas. Los huilenses deben apuntar a la construcción del museo José Eustasio Rivera, afirma el actual presidente de la Academia de Historia, Camilo Franciscos Salas en el conversatorio sobre la colección de libros publicados por José Eustasio Rivera, el pasado 28 de Junio en el hall central de la Biblioteca Departamental.
Durante el mes de junio como homenaje al centenario en las instalaciones del auditorio “Olga Tonny Vidales”, un carismático y controvertido maestro palermuno, Luis Ernesto Lasso, disertó sobre la vida y obra de José Eustasio Rivera. Los asistentes y participantes en el auditorio de la universidad Surcolombiana, compartieron la investigación literaria del maestro Lasso. Luis Ernesto es un quijote en compañía de sus jóvenes estudiantes que intentan superar el machismo de Cova y de género, pues en su grupo de Sanchos existen mujeres amantes de la obra de Rivera.
En la Biblioteca Departamental reposa la colección de cincuenta volúmenes de la obra de Rivera, incluyendo las primeras ediciones de su novela que son el inicio para la creación en el Huila de la casa Rivera. Preocupado por la mal intencionada crítica de los seguidores de “Cova”, el joven investigador literario Miguel de León, se extrañó de la actitud de algunos diputados y dirigentes de esta tierra de promisión, cuando asombrados dijeron: “¡Es que un libro tan viejo, puede costar cuatro millones de pesos!”.
Continua en su inquieta impaciencia Miguel de León manifestando: “Para algunos, no era la mejor época, pero la idea es comenzar a ambientar los estudios locales sobre Rivera en el marco de una sala permanente donde los estudiosos encuentren material de primera mano”.
Para los seguidores de Arturo Cova, nunca existirá una mejor época; siempre serán libros viejos y saben que la historia escrita es mundo y que nuestro propio legado está en los libros, por eso existe la Biblioteca de Alejandría, a pesar de los intentos fallidos de incendiarla