Por: JAIRO HERRERA CARDOSO // Neuropsicólogo Educativo.
Nuestros jóvenes pueden ser visuales, auditivos y kinestésicos, por eso muchos de ellos solo nos miran cuando les hablamos, otros se quedan anonadados cuando escuchan y una gran mayoría no se están quietos viven en constante movimiento. Algunos adolescentes no copian porque solo escuchan, otros escriben todo cuando observan; pero existen unos que ni copian, ni miran, pero para los padres y profesores “esos y esas molestan”. La hamaca es un elemento artesanal que se utiliza para el descanso, o realizar la siesta; pero otros la utilizan para pensar.
Los colombianos conocen la hamaca y muchos han dormido en ellas, cuando se colocan entre dos árboles. La Hamaca se ha convertido en un artículo artesanal suntuario, de lujo; hoy se observa en los balcones de las casas como reliquias colgadas en las paredes.
Nuestros campesinos planifican y evalúan sus jornadas de trabajo sobre las hamacas, incluso algunos poemas han surgido al vaivén de una hamaca. El General en su Laberinto, según el nobel Gabriel García Márquez veraneaba en una hamaca, el Libertador Simón Bolívar después de sus arduas travesías descansaba sobre una hamaca. Existen poetas, escritores y compositores que escriben sus obras literarias al arrullo de una hamaca.
En las bellas playas de nuestras dos costas existe un hombre que descansa en una hamaca, vive en ella con un cuaderno y un lápiz; desde ese sitio observa toda la playa, la gente, los animales, el firmamento y como hecho curioso los habitantes del pueblo van y le comentan lo que sucede, va a suceder o está sucediendo. El afro- descendiente con alma de costeño y espíritu de poeta, allí en esa hamaca compone las mejores obras literarias, vallenatos y poesías. Su fuente de inspiración es la hamaca, nadie lo molesta, lo quieren, le ofrecen su amistad, cariño, comunicación y afecto.
No vayan a confundir mi fuente de inspiración, no es ludo terapia; es decir, como a través de la lúdica y recreación, me divierto, no señores; insiste: “mi musa, mi fuente de creación e innovación es la hamaco terapia”.
La hamaco terapia es el arte de escribir y producir arte, literatura, poesía, vallenato, teatro a través del balanceo y tranquilidad que ofrece una hamaca, “esa vaina me la inventé yo”, insiste el hombre creador y soñador de ilusiones, un colombiano fuera de lo común aquel que se ideó el D.R.A. (Derechos Reservados del Autor)