Por: Rubén Darío Malpica Mejía // Periodista – Columnista
Para nadie es un secreto que el tapabocas se volvió un negocio redondo, desde que inició la Pandemia del Covid-19 se incrementó su valor comercial casi el doble, esta situación fue aprovechada por los grandes comerciantes, quienes compraron millones de tapabocas para surtir todo el mundo. Esto sucede una vez este elemento(tapabocas) se convirtiera en una herramienta para prevenir la propagación de este virus mortal.
Luego que levantaran la emergencia sanitaria hace algunos meses, todos pensábamos que el valor comercial del tapabocas volvería a su precio normal, pero no fue así, lo mismo ha sucedido con muchos productos o artículos que se quedaron con precios de Pandemia, algo realmente injusto para el ciudadano de a pie.
Por estos días nuevamente el gobierno nacional ha vuelto a decretar el uso obligatorio del tapabocas en recintos que sean bajo techo, una decisión que ha generado polémica en la comunidad, pues seguramente muchas personas salieron aburridas del uso diario del tapabocas, además, la compra de uno diario para poder hacer las diferentes diligencias en el microcentro de la ciudad. Para algunos ya es un negocio volver a poner esta medida, más aún cuando la gran mayoría estamos vacunados con el esquema completo o por lo menos una dosis de algún fármaco y más cuando ya no se ven tantos casos en las salas de urgencias hospitalaria, lo que significa que es verdaderamente un negocio.
