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Intento de Golpe de Estado en Brasil 

Miles de simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial de Planalto, sedes de los poderes en Brasilia, causando numerosos destrozos, según imágenes difundidas por la televisión brasileña y las redes sociales, en medio de una protesta contra Lula Da Silva, quien posteriormente condenó el hecho y ordenó una intervención de Brasilia.

La policía detuvo al menos a 150 manifestantes y recuperó el control de los edificios. Vestidos de verde y amarillo, los alborotadores fueron captados por las imágenes de medios en medio de la invasión a las instalaciones del Congreso, pero también llegando hasta el palacio presidencial de Planalto y del Tribunal Supremo -máximo tribunal- de Brasil, ubicados en la misma área donde se concentran los tres poderes del Estado, la denominada Explanada de los Ministerios.

El Tribunal Supremo de Brasil ordenó al Ejército del país desmantelar todos los “campamentos bolsonaristas” que existen en el territorio nacional en un plazo de 24 horas.

El magistrado Alexandre de Moraes recalcó así la importancia de que estos campamentos sean completamente desmantelados a medida que la Policía arresta a “todos aquellos manifestantes que aún queden en las calles” tras una jornada que se ha saldado hasta el momento con al menos 300 detenidos.

En una nueva orden judicial, Moraes expresó que “nada justifica la existencia de campamentos de terroristas, financiados con la complacencia de autoridades civiles y militares de forma totalmente subversiva y sin respeto alguno hacia la Constitución”.

Máxima tensión en Brasil

Los manifestantes piden una intervención militar para derrocar al actual Presidente de Brasil. Cientos de bolsonaristas radicales acamparon frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, desde el día posterior a las elecciones del pasado 30 de octubre, en las que Lula derrotó a Bolsonaro en segunda vuelta.

Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también han atacado algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso. También han destruido barreras de protección y, armados con palos, se enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los bolsonaristas.

Los campamentos de los bolsonaristas radicales, que se han multiplicado en ciudades de todo el país, comenzaron a ser desmontados el viernes en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais.

Detenidos

Más de 400 bolsonaristas fueron arrestados por la noche en Brasilia tras la invasión. Poco antes de las 19 horas (22 GMT) un grupo de personas, algunas con casacas amarillas de la selección brasileña, con las manos esposadas, escoltados por policías, dejaron el Palacio del Planalto, al cual invadieron y depredaron durante horas.