“Nada que curar”, ese fue el mensaje con el que celebraron en las barras del Salón Elíptico miembros de la población civil y organizaciones sociales que respaldaron el proyecto de ley que busca prohibir las “terapias de conversión” que pretenden cambiar la identidad u orientación sexual de personas LGBTIQ en Colombia.
Carolina Giraldo, de Alianza Verde, destacó que el Congreso abrió el debate y que, tras acuerdos y pedagogía, se entendió el fondo de la iniciativa. “Había algunas posiciones en contra porque sentían que podía estarse haciendo algo que afectara la libertad de culto y logramos demostrar que no es así”, destacó.
Unas de esas voces críticas fue la del representante Luis Miguel López, del Partido Conservador, quien opinó que en la mayoría de los artículos del proyecto hay prohibiciones que consideró extremas. «El tema punitivo sería válido para tratos crueles, pero no para quienes no compartan ideologías de género», explicó.
Otra voz crítica fue la del representante Miguel Polo Polo, quien cuestionó que el proyecto incluyera la sigla “Ecosieg”, entendida como Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género, como se conocen estas terapias en la legislación de otros países. De acuerdo a la intervención de Polo Polo, aunque rechaza la tortura y la discriminación a la que son sometidas las personas LGBTIQ, la iniciativa respondería a una “agenda ideológica” y además “afectaría la libertad de culto y a las iglesias”.
A su turno la representante Martha Alfonso salió al paso a este señalamiento y explicó que «de ninguna manera este proyecto es violatorio de la libertad de culto de los colombianos». Esta posición la respaldó Santiago Osorio, quien dijo que no se puede tergiversar el propósito del proyecto que es evitar la tortura: «No se puede decir que quienes apoyamos estamos en contra de las libertades religiosas, se busca respetar la dignidad humana», agregó.
Al proyecto le faltan dos debates en el Senado para convertirse en una ley de la República. Durante la plenaria también arrancó el debate de la ley estatutaria de educación, discusión que será retomada el próximo 2 de abril.