
Ante el crecimiento acelerado del brote de fiebre amarilla, el Gobierno nacional decretó la emergencia sanitaria. El ministro Guillermo Alfonso Jaramillo indicó que el virus ya circula fuera de las zonas de riesgo habituales, afectando regiones del centro del país y cobrando 34 vidas entre los 74 casos confirmados.
Las autoridades han intensificado la vacunación casa a casa, especialmente en zonas rurales de departamentos como Tolima, el más afectado. También se han activado 10 mil equipos básicos de salud en todo el territorio, con el apoyo de más de 80 mil trabajadores del sector.
Con una disponibilidad cercana a los 7 millones de vacunas, se busca avanzar rápidamente en la cobertura, vacunando incluso a mayores de 70 años. Además, se exigirá el carné de vacunación a viajeros y se recomienda evitar criaderos de mosquitos para contener la propagación.
El ministro llamó a la colaboración de EPS, Fuerzas Militares y ciudadanía en general, subrayando la importancia de actuar a tiempo. “Necesitamos advertir rápidamente cualquier brote que se llegue a presentar”, concluyó, reiterando la urgencia de mantener la vigilancia intensificada.