El asesinato de Sara Millerey González Borja, mujer trans de 32 años, continúa en proceso judicial mientras su familia exige que el caso no se quede en un homicidio agravado, sino que se reconozca como feminicidio. El crimen ocurrió el 4 de abril en Bello, norte del Valle de Aburrá, y conmocionó por la brutalidad con la que fue cometido.
Por los hechos fueron capturados Juan Camilo Muñoz Gaviria, alias ‘Teta’, y Juan David Echavarría Zapata, alias ‘Chuky’, presuntos miembros de la banda El Mesa. Ambos fueron imputados por homicidio agravado y tortura, aunque las investigaciones sugieren que al menos seis personas habrían participado en la agresión.
La defensa de la familia radicó formalmente la solicitud de reclasificar el delito como feminicidio agravado, argumentando que la violencia contra Sara estuvo motivada por su identidad de género. Para ellos, no se trata de un crimen aislado, sino de un hecho que refleja violencia basada en prejuicios.
Sara fue hallada con fracturas en brazos y piernas, múltiples golpes en la cabeza y finalmente arrojada a una quebrada en el barrio Playa Rica. Videos grabados por transeúntes muestran sus últimos instantes antes de ser trasladada al hospital La María, donde murió por la gravedad de las heridas.
Pese a ello, la Fiscalía rechazó la petición. Según la funcionaria del caso, no existen pruebas que indiquen que la identidad de género de Sara fuera la motivación del ataque, y señaló que el crimen estaría relacionado con disputas por dinero.
