El centroderechista Rodrigo Paz se convirtió este domingo en el nuevo presidente de Bolivia, tras vencer con el 54,5% de los votos al exmandatario Jorge Quiroga en la segunda vuelta electoral, según el cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral.
La contundente victoria de Paz, con el 97% de las actas escrutadas, llega en un momento crítico para la nación andina, que enfrenta su crisis económica más severa en cuatro décadas, con reservas internacionales en niveles mínimos y una aguda escasez de divisas.
El economista de 58 años, heredero de una tradición política familiar como hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, deberá implementar urgentes ajustes y reformas para reactivar la economía boliviana y restaurar la confianza de los mercados internacionales.
Su triunfo interrumpe veinte años de gobiernos socialistas en el país, representando un mandato claro de la ciudadanía para un cambio de rumbo en la política económica que había caracterizado a las administraciones de Evo Morales y Luis Arce.