El ministro del Interior, Armando Benedetti, desató polémica tras afirmar que el aumento del salario mínimo podría superar el 22% para 2026, cifra que generó rechazo entre empresarios y gremios económicos. Las declaraciones contrastan con la postura oficial del Gobierno, que busca un ajuste concertado y sostenible.
El Ministerio de Trabajo se apartó de las afirmaciones de Benedetti y aclaró que la cifra final se definirá en la mesa de concertación entre el Gobierno, los representantes de los trabajadores y el sector empresarial. Sin embargo, la decisión final estará en manos del presidente Gustavo Petro, quien ha reiterado que el incremento debe fortalecer el poder adquisitivo de los colombianos. En ese marco, se prevé que el aumento ronde el 11%.
El gremio de los comerciantes, Fenalco, expresó su preocupación ante el impacto que un aumento de ese nivel podría tener sobre las finanzas empresariales. Según un estudio del gremio, un incremento del 11% podría representar un fuerte golpe económico para miles de negocios, especialmente los más pequeños.
De acuerdo con estimaciones preliminares, si el salario mínimo pasa de $1.423.500 a $1.580.085 y el auxilio de transporte se eleva a $222.000, el total mensual alcanzaría $1.802.085. Sumando los aportes a seguridad social, cesantías, prima y otros costos laborales, el valor total por trabajador podría llegar a $2.800.499, e incluso superar los $3 millones, dependiendo del tipo de empresa.
Ante este panorama, la ANIF advirtió que el debate sobre el salario mínimo debe equilibrar la protección del ingreso de los trabajadores y la estabilidad empresarial. En tanto, el presidente de la CUT, Fabio Arias Giraldo, insistió en que el salario vital para una familia de cuatro personas debería superar los $2 millones mensuales, lo que evidencia —según dijo— “una brecha social de más del 47%” respecto al salario actual.







