El gran movimiento telúrico, que también deja a las autoridades locales sin saber con seguridad cuántas víctimas mortales habrá y a cuantas podría ascender, ha sido uno de los mayores terremotos de la historia de Marruecos, al menos desde 1900, según registra el USGS. El anterior con dimensiones similares fue el 24 de febrero de 2004, de magnitud 6,4.
Una extraña noche
Uno de los desgarradores testimonios dados por los sobrevivientes a medios internacionales, es el de Michael Bizet, francés residente en Marrakech y propietario de 3 riads, casas tradicionales marroquíes en la ciudad, cuenta que pensaba que su casa iba a salir volando.
“Salí a la calle medio desnudo e inmediatamente fui a ver el estado de mis riads. Fue un caos total, una verdadera catástrofe, una locura. La primera pista fue que mi esposa gritaba. Ambos nos quedamos dormidos, pero no en un sueño profundo, solo en ese sueño ligero, supongo… Y ella comenzó a gritar. Yo simplemente abrí los ojos y no pude unir los puntos”, relató al programa Today de BBC Radio 4.
Otro de los testimonios dados a medios mundiales, es el de Houda Outassaf, quien caminaba por la plaza Jemaa el-Fna de Marrakech cuando sintió que el suelo empezaba a temblar.
«Fue una sensación verdaderamente asombrosa. Estamos sanos y salvos, pero todavía estoy en shock. Al menos 10 miembros de mi familia han muerto… No puedo creerlo. Estuve con ellos hace no más de dos días».
Papa Francisco solicitó ayudas para Marruecos tras el terremoto
El papa Francisco expresó en un mensaje al final del rezo dominical del ángelus en la plaza de San Pedro, su cercanía al pueblo de Marruecos, golpeado por un devastador terremoto y pidió que, la ayuda concreta de todos pueda sostener a la población en este momento trágico.
“Pido al Altísimo que sostenga a los marroquíes en esta prueba y ofrece su aliento a las autoridades civiles y a los servicios de rescate. Profunda solidaridad con quienes están tocados en la carne y en el corazón por esta tragedia: reza por el descanso de los difuntos, por la curación de los heridos y por el consuelo de quienes lloran la pérdida de sus seres queridos y de sus hogares”, expresó el alto pontificie.