Después de 15 meses de enfrentamientos y más de 46.700 muertes en la Franja de Gaza, Hamás e Israel han alcanzado un acuerdo para un cese al fuego que incluye la entrega de rehenes y prisioneros. Este miércoles, la organización islamista confirmó a mediadores en Doha su aceptación a la propuesta, calificándola como un paso hacia el fin de la agresión y las masacres en el territorio.

El Gobierno israelí, liderado por Benjamín Netanyahu, evaluará y votará los términos del acuerdo en las próximas horas. Según el Ministerio de Exteriores, el pacto contempla tres fases progresivas que incluyen la retirada de tropas israelíes de zonas estratégicas como Rafah y el corredor de Filadelfia, además de la liberación de presos palestinos y rehenes por ambas partes.

La propuesta inicial fue presentada por el presidente estadounidense Joe Biden en mayo y establece que Hamás liberará 33 rehenes en la primera etapa, mientras Israel reducirá su presencia militar en el norte de Gaza. La iniciativa busca reducir las tensiones en una región marcada por la violencia desde octubre de 2023, cuando Hamás perpetró ataques que provocaron represalias masivas de las fuerzas israelíes.

Con más de 240 personas secuestradas en el conflicto, de las cuales unas cien aún permanecen en Gaza, este acuerdo se percibe como un punto de inflexión. Sin embargo, persisten los retos para garantizar su implementación y alcanzar una solución duradera para la región.