Por: Julio Díaz Sánchez

El aumento desproporcionado del 23,7 por ciento del salario mínimo para el 2026 a través de decreto por el presidente Gustavo Petro, ha generado múltiples reacciones a favor por sectores de izquierda y de sindicatos y en contra por dirigentes políticos, gremios y pequeños empresarios del país.

Para Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), el incremento del salario mínimo en un 23 por ciento dónde el mismo presidente Gustavo Petro y el gobierno han manifestado emergencia económica por falta de presupuesto, trae repercusiones económicas muy complejas.

Según Mac Master, aunque la cifra pueda parecer generosa, en realidad representa un mensaje que beneficia a pocos y perjudica a la mayoría de los ciudadanos, especialmente a los sectores más vulnerables.

El impacto en los trabajadores informales y vulnerables
Uno de los puntos más críticos señalados por el presidente de la Andi es la situación de los 11 millones de colombianos que ganan menos de un salario mínimo. Estas personas, que en promedio perciben alrededor de 1.040.000 pesos mensuales y no cuentan con contratos formales, no recibirán el aumento decretado. No obstante, advierte que serán ellos quienes terminen pagando los incrementos derivados de la inflación en productos de la canasta familiar, transporte y servicios públicos.

Para el dirigente gremial, la decisión gubernamental constituye un «gran golpe» para las familias que no han logrado entrar en la formalidad, ya que verán reducido su poder adquisitivo sin obtener ningún beneficio directo del decreto.