El Huila alcanzó un nuevo hito en biodiversidad con la confirmación de dos especies migratorias nunca antes reportadas en el departamento: el corocoro blanco o ibis blanco (Eudocimus albus) y la becasina piquicorta (Limnodromus griseus). Con estos hallazgos, realizados en los arrozales del corregimiento El Juncal, en Palermo, la lista de aves registradas en el territorio asciende a 756 especies, de las cuales 78 son migratorias.
El descubrimiento fue posible gracias a los muestreos realizados por el estudiante de biología de la Universidad Surcolombiana, Esteban Ramos Ortega, en el marco de su trabajo de grado con apoyo de la Asociación Ornitológica del Huila (Asorhui), la asociación Selva y la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM). Los arrozales, transformados en humedales artificiales por la técnica de cultivo “pisciniada”, se han convertido en refugio temporal para aves migratorias.
Ramos relató que identificó al ibis blanco durante una bandada de aves negras, y días después pudo confirmarlo con ayuda de un compañero que lo fotografió. En otra salida de campo, observó la becasina piquicorta, diferenciada por su pico largo y tonalidad particular, logrando así el primer registro oficial de estas especies en el Huila.


La CAM destacó que estos avances responden al trabajo articulado entre instituciones, organizaciones ambientales e investigadores independientes. Sebastián Betancourth, ornitólogo de la entidad, resaltó que cada vez más grupos de observadores se suman a esta labor, aunque advirtió que factores como el cambio climático y la pérdida de hábitat también explican la llegada de aves a nuevos territorios.
Estos registros se suman a los de cuatro especies migratorias reportadas en 2024 en la misma zona, lo que refuerza el valor del Huila como un escenario clave para la conservación y observación de aves en Colombia. Para los expertos, es también un llamado a las comunidades para comprender la importancia de proteger estas especies y sus hábitats.