El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia anunció que mantiene abiertos los canales diplomáticos con Estados Unidos desde el 26 de enero para coordinar el traslado de ciudadanos colombianos deportados. En este marco, se ha propuesto a Mauricio Claver-Carone, enviado especial del gobierno de Donald Trump, que Colombia asuma directamente el regreso de sus connacionales, evaluando opciones de transporte aéreo y marítimo bajo criterios de responsabilidad fiscal.

Además, en un acuerdo con el canciller de Panamá, Javier Martínez, se confirmó que un grupo de 48 colombianos retornará el 3 de febrero en condiciones dignas, aunque siete de ellos serán trasladados bajo medidas especiales por infracciones en ese país.

Desde el pasado domingo, la Cancillería trabaja en un protocolo de atención para la población deportada, con el apoyo de organizaciones no gubernamentales, la Iglesia, gremios y el sector empresarial. Esta iniciativa busca ser un referente regional para abordar la migración de manera conjunta.

El Ministerio enfatizó que la migración es un desafío global del siglo XXI y reafirmó su compromiso con una respuesta rápida y sostenible, garantizando que los colombianos retornados puedan acceder a oportunidades en su país.