El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a lanzar una dura advertencia contra el régimen de Nicolás Maduro. Desde la Casa Blanca, el entonces mandatario aseguró que los ataques terrestres contra grupos vinculados al narcotráfico en Venezuela comenzarían “muy pronto”, en el marco de su campaña de presión sobre Caracas.
Trump afirmó que “11.888 asesinos venezolanos” habrían ingresado a territorio estadounidense, y señaló que las acciones de su Gobierno contra Venezuela “tratan sobre muchas cosas”, incluyendo la inmigración y el tráfico de drogas. Sus declaraciones se produjeron tras el despliegue militar en el Caribe y la incautación de un petrolero venezolano por parte de Washington.
Al ser consultado sobre si la operación tenía fines relacionados con el petróleo, el republicano evitó dar una respuesta directa. Sin embargo, insistió en que el objetivo principal es frenar el ingreso de narcóticos y detener a quienes, según él, forman parte de una red criminal vinculada al Gobierno venezolano y a su Ejército.
Trump también reiteró su acusación de que el régimen de Maduro ha permitido la entrada masiva de presos, narcotraficantes y personas con antecedentes psiquiátricos a Estados Unidos, aunque no presentó pruebas para respaldar estas afirmaciones. Además, sostuvo que las operaciones militares en el Caribe y el Pacífico oriental habrían reducido en un 92 % el flujo de drogas hacia su país.
“Cualquiera que se involucre en eso ahora mismo no le va a ir bien”, advirtió Trump, subrayando que los ataques “en tierra” ya están en preparación. “Nos han tratado mal, y supongo que ahora nosotros no los estamos tratando demasiado bien”, concluyó el exmandatario.
