Un aproximado de 174 personas, entre ellas dos policías, fallecieron en una serie de disturbios generados en un partido de fútbol en Indonesia; otras 100 personas más se encuentran heridas, algunas de ellas en grave estado
El percance se presentó entre aficionados de los clubes Arema FC y Persebaya Surabaya, en Kanjuruhan, quienes invadieron la cancha y comenzaron a pisotear a otros aficionados, así mismo generar empujones y presión a otros.
A ello se le agrega que las mismas autoridades lanzaron gases lacrimógenos, generando más tensión (sin olvidar que dichos elementos están prohibidos por la FIFA) y que el hecho trascendió al estadio ocasionando afectaciones en algunos vehículos.