La ciudadanía huilense continúa reclamando la recuperación total del Estadio Guillermo Plazas Alcid, un espacio emblemático que ha sido testigo del desarrollo deportivo, social y económico del departamento, pero que hoy permanece en estado crítico tras años de abandono, fallas estructurales y escándalos de corrupción.
Gracias a la articulación entre el alcalde Germán Casagua, el Gobernador Rodrigo Villalba y el Ministerio del Deporte, se proyecta una inversión que supera los 50 mil millones de pesos, con el objetivo de entregar un escenario moderno, seguro y funcional.
Una historia marcada por el esfuerzo ciudadano y el olvido institucional
La historia del estadio se remonta a finales de los años 50, cuando jóvenes neivanos comenzaron a adecuar un terreno conocido como “El Desnucadero”. Más tarde, en 1964, la célebre “Marcha del Ladrillo”, liderada por el entonces alcalde Guillermo Plazas Alcid, dio impulso a su construcción. El 28 de noviembre de 1980, el estadio fue inaugurado como sede de los Juegos Deportivos Nacionales.
Posteriormente, entre 1992 y 1995, se amplió su capacidad a 27.000 espectadores, consolidándose como un referente regional. Sin embargo, en las décadas siguientes, el escenario deportivo fue perdiendo vigor, hasta llegar a su punto más crítico en 2016.

El colapso de 2016: tragedia y corrupción
El 19 de agosto de 2016, durante una remodelación en la tribuna occidental, una estructura colapsó. El incidente dejó cuatro obreros fallecidos y al menos diez heridos. Las investigaciones revelaron serias fallas técnicas, uso de materiales inadecuados y procesos contractuales viciados.
La obra fue suspendida indefinidamente. En 2021, la Contraloría General reportó un detrimento patrimonial superior a los 15.000 millones de pesos, mientras que la Fiscalía lo catalogó como uno de los casos más graves de corrupción en infraestructura deportiva en el país.
Avances recientes, pero insuficientes
Tras varios años de parálisis, en 2021 se reiniciaron labores de remoción de escombros y estabilización de estructuras, financiadas por pólizas de seguro. En julio de 2023 se reabrió la tribuna oriental, con capacidad para 12.000 personas, lo que permitió reactivar parcialmente el uso del estadio. Sin embargo, gran parte del escenario continúa inutilizable y la obra sigue inconclusa.
Una necesidad urgente para el desarrollo de Neiva y el Huila
Expertos y líderes locales coinciden en que la recuperación del estadio es urgente y estratégica por múltiples razones:
• Cohesión social: El estadio es símbolo de identidad y punto de encuentro para la comunidad.
• Impulso al deporte profesional y de base: Es vital para el Atlético Huila y las categorías formativas, incluyendo el fútbol femenino.
• Reactivación económica: Su reconstrucción dinamiza sectores como la construcción, el comercio y el turismo.
• Cumplimiento normativo: Es indispensable contar con un escenario que cumpla estándares técnicos, de seguridad y accesibilidad.
• Credibilidad institucional: Terminar la obra representa un compromiso con la legalidad y la transparencia en la gestión pública.