Tras cuatro días de intensas negociaciones en medio de bloqueos y protestas, el Gobierno y los mineros de Boyacá y Cundinamarca alcanzaron un acuerdo que permitió levantar las manifestaciones y restablecer la movilidad en estas regiones. El presidente Gustavo Petro confirmó la noticia en su cuenta de X, destacando que se pactó una transición energética para la pequeña minería del carbón en Boyacá.
El paro se originó por las millonarias pérdidas que los mineros aseguran haber sufrido en el último año debido a la falta de pago de entidades públicas a las que han vendido carbón. El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, afirmó que el Gobierno está comprometido con el cumplimiento de los compromisos adquiridos y recordó que, a diferencia de administraciones anteriores, su gestión no busca incumplir la palabra dada.
En la jornada de concertación, que se prolongó por más de seis horas, se acordó un plan de pagos para saldar la deuda mensual de 11 mil millones de pesos que el Estado mantiene con el sector. Según Palma, ya se abonó una parte y se fijó el 7 de septiembre como fecha para completar el pago, resaltando que haber alcanzado el acuerdo el 7 de agosto tiene un significado simbólico para el país.
El acuerdo también incluyó aspectos como la revisión de la carga tributaria y la apertura de nuevos mercados para el carbón de pequeña minería. Estos puntos serán socializados por los voceros del sector, quienes participaron activamente en las negociaciones junto con autoridades regionales.
El ministro agradeció la disposición al diálogo de los representantes mineros, así como la mediación del gobernador y de congresistas de la región, subrayando que este resultado es fruto de la concertación y el compromiso de las partes para resolver las dificultades que enfrentaba el sector.