La certificación emitida por la Contraloría General de la Nación sobre la vigencia fiscal de 2023 para el municipio de Garzón, evidenciaría una inminente descategorización, pasando de quinta a sexta categoría. Este descenso se da por el bajo recaudo de los ingresos corrientes de libre destinación -ICLD, durante el último año de gobierno del exalcalde Leonardo Valenzuela Ramírez. La sexta categoría aplicará para la vigencia 2025.
Según indicó el alcalde de Garzón, Francisco Calderón Feriz, esta situación se presenta porque en el año 2023 no se recaudaron los 15 mil salarios mínimos mensuales vigentes que obliga la ley 617 del año 200, por la cual se establece la categorización de los municipios. “El gobierno anterior, en la vigencia 2023, no cumplió con la 617, de realizar el recaudo de los 15 mil salarios, para que Garzón se pudiera sostener en la categoría quinta”, afirmó Calderón Feriz.
Según el artículo 6 de la ley 617 del año 2000, los municipios de quinta categoría deben realizar un recado de mínimo 15 mil salarios mínimos mensuales vigentes durante la vigencia anual y tener una población de 10 mil habitantes. Para el caso de Garzón, en el año 2023, se recaudaron 15.714 millones de pesos, quedando por debajo del tope mínimo que sería de 17.400 millones. Este último valor es calculado con el salario mínimo del año 2023, que se fijó en $1.160.000.
La afectación a las finanzas del municipio no solo se da en el tema salarial de sus empleados, sino también en la inversión de capitales de fuera de departamento y del exterior, pues no resulta para nada atractivo invertir en un municipio que ha perdido su categoría, además este descenso genera mayor dependencia de los recursos del gobierno nacional.
La certificación también evidencia que Leonardo Valenzuela, en el 2023, gastó casi el 60% del recaudo por impuestos municipales en gastos de funcionamiento, dejando menos de la mitad de estos recursos para la inversión en el municipio. De otro modo, el recaudo entre 2022 y 2023 solo tuvo un aumento de un poco más de los 300 millones de pesos, a pesar de las modificaciones al estatuto tributario municipal que buscaba aumentar sustancialmente el recaudo. “Todo esto se debe a la mala planeación en el presupuesto, a malas estrategias en el recaudo, a mala planeación en los recursos de funcionamiento, a la mala ejecución y mala proyección”, manifestó Francisco Calderón Feriz, alcalde de Garzón.