En el corazón del municipio de Altamira (Huila), entre calles empedradas y antiguas casonas de ventanales de madera, se levanta un lugar que ha conquistado a locales y visitantes por igual: la Casa del Chocolate Mamá Susana, un espacio que combina historia familiar, tradición culinaria y amor por el cacao.
El proyecto nació del sueño de Julián Vásquez Cárdenas, microbiólogo y chocolatero en formación, quien decidió rendir homenaje a su abuela, Mamá Susana, una mujer de 90 años que durante décadas elaboró chocolate artesanal con una receta única heredada de sus antepasados. Lo que comenzó como una idea familiar, pronto se convirtió en un emprendimiento que rescata la memoria y los sabores del Huila.
Con el apoyo de la Gobernación del Huila y el SENA, Julián inició la producción de chocolate artesanal de bola, producto que en 2024 fue galardonado con el primer lugar a la mejor taza de chocolate en la Feria Internacional de Café, Cacao y Agroturismo (FICCA). Luego amplió su oferta con bombones rellenos de sabores típicos de la región, como café, bizcocho de achira y pasifloras, productos que hoy son un símbolo del sabor huilense.


La Casa del Chocolate se ubica en una antigua vivienda restaurada que conserva la esencia de las casas de antaño: techos altos, materas colgantes, veraneras florecidas y utensilios esmaltados. Allí los visitantes pueden disfrutar de una taza de chocolate caliente acompañada de quesillo, cuca de panela, bizcochos o almojábanas, en un ambiente que evoca los recuerdos de la infancia.
Más que un emprendimiento gastronómico, la Casa del Chocolate Mamá Susana es un tributo a la familia, a las tradiciones rurales y al poder del cacao como símbolo de identidad. Quienes visitan Altamira encuentran en este rincón una experiencia sensorial que conecta el presente con las raíces más dulces del Huila.







