Por: José Heriberto Rayo // Docente e Historiador
Dicen que los maestros hablan por boca de sus discípulos. Es por ello que aceptando la generosa solicitud que me cursaron los organizadores de este evento tan significativo, para que escribiera unas palabras recordando a nuestra compañera la profesora Angélica Ramírez Vásquez, tomaré un texto que por cosas del destino me envío María José Rivera Guzmán, egresada de la I.E. Claretiano Gustavo Torres Parra, Promoción 2019.
“Cuando cursaba noveno grado de bachillerato en la Institución Educativa Claretiano Gustavo Torres Parra de la ciudad de Neiva. Tuve un choque de creencias con una actividad que me asignaron. Resulta que tenía que tomar una materia que se llama español, esta era una materia que impartía la maestra Angélica Ramírez Vásquez. Ella se destacó por ser una muy buena maestra que se esmeraba mucho en enseñar y que, en medio de su vocación, dejaba “desarrollar” al alumno mientras le inculcaba el valor de la lectura.
Nos pidió que leyéramos un libro llamado “El Principito” que tenía un concepto muy diferente de la amistad, el amor y la vida de lo que podía ver a mi alrededor. Fue muy curioso porque yo era solo una pequeña estudiante que crecía viendo especiales de Disney que se destacaban entre otros por sus películas clásicas.
Uno de ellos fue el concepto de amor verdadero; como esto quedó representado en el beso que el príncipe le dio a su doncella a medianoche para librarla del hechizo. Además, el manifiesto de la amistad ya que se parecía más que nada a la forma en que Sebastián apoyó a Ariel para lograr sus objetivos. Y finalmente, remarcó que la vida, aunque tuvo sus altibajos que complicaron el desenlace de su existencia; siempre encontrarían un final feliz y si no lo había era porque aún no había final. Me engaño, en la sociedad actual los valores negativos como la envidia, el ego y la mentira eran más prominentes que los valores positivos como la honestidad, la sinceridad y el amor. Fue una fantasía muy linda de leer, pero me generó estas dudas y días antes de la presentación (sobre mi concepto que tenía del libro), aproveché para acercarme a la maestra para que me resolviera esas dudas. Bueno, hasta qué punto está permitido por la sociedad tener valores negativos, sabiendo que todos los tenemos fuera como algo malo. La maestra muy amablemente me dijo que no todos tienen la misma comprensión de la situación; porque sus situaciones socioculturales desde que nacieron fueron diferentes, algunos nacieron en una familia en la que estaba normalizado mentir por cualquier cosa; mientras que otros eran muy estrictos en que las mentiras eran muy malas.
En cuanto a los conceptos de la agenda políticamente correcta que promueve Disney, la profesora me dijo que eso era normal; un cuento para un niño sería muy triste si no le enseñara lo bueno que debe ser ya que, por hacer estas acciones; recibirían su recompensa. Aunque lo había entendido, preferí indagar más. Llegó el momento de exponer sobre el libro. Me pareció muy bueno, mi personaje favorito era el Zorro, se destacaba por tener la cualidad de ver lo más importante, es decir, “Lo esencial que es invisible a los ojos”. Les expliqué a mis compañeros que este fue quien le permitió al Principito mirar más a su corazón que a sus prejuicios sobre él, siendo fundamental en sus travesías para enfrentar a la serpiente.
Al final me felicitó y me dejó un comentario que recuerdo hasta el día de hoy: «Tan valioso es el amor que ayuda a complementar la vida con los sueños, sin ellos no tendríamos razón de existir”, esto lo medité mucho hasta el día 28 de septiembre de 2022, ya estudiando una carrera universitaria. Por eso escribo esta experiencia, en honor a mi querida maestra.
Ahora, aquella niña de 15 años que tenía la esperanza de encontrar a su príncipe azul para vivir en un castillo se convirtió en mujer; una mujer que aspira a cumplir sus sueños sin depender de nadie, tener un futuro próspero y si las cosas salen bien, fuera del país.
Me caracterizo por estar más enfocada en mis cosas y por cultivar día a día mi amor propio, por las cosas que amo, por mis animales y por mi familia. Seguiré a paso firme, pero constante. Siempre teniendo en cuenta a mi maestra que me enseñó lo importante que puede ser un libro; qué amargo es despedirse de un ser querido, pero teniendo en cuenta que todo en la vida tiene un sentido o una razón de ser. Al final, debemos seguir luchando por nuestros sueños mientras aprendemos de nuestro pasado”.
Esta historia de vida tan hermosa y humana es tan solo una entre los centenares o quizás miles de historias que podrían contarnos los discípulos de la maestra Angélica Ramírez Vásquez. Una mujer que fue pequeña de cuerpo, pero plena de grandeza profesional y humana.
Te recordaremos por siempre Angeliquilla Pilla.
Neiva, 24 de noviembre de 2022.