Hoy hace 60 años, 26 personas fueron asesinadas vilmente en un hecho propiciado por odios de conservadores contra comunidades liberales. Ese 3 de noviembre de 1962 desde un poco antes de las dos y más o menos hasta las tres de la tarde, en el trecho de tierra colorada y piedras asomadas sobre el piso de la vía unas y otras sueltas, que zarandean al viajero al iniciar el descenso hacia el río Baché, en la carretera que lleva de Neiva a Peñas Blancas, a menos de veinte kilómetros del recorrido, en el lugar conocido como Los Filos, los espantosos y apocalípticos ‘pájaros’, en otra de sus tantas acciones criminales, derramaron la sangre de veintiséis personas indefensas, sobre el suelo que las vio nacer, crecer y trabajar, entre las que perecieron niñas, niños, mujeres y hombres adultos, todos de la más indiscutible y limpia estirpe campesina.
Veinticuatro de ellos ocuparon por última vez, hasta ese lugar por el que cruzaron muchas veces después de tanto tiempo y hasta esa hora, su puesto como pasajeros en la Chiva marca Ford, color verde y rojo, modelo 1946 de placas H-60-51, de propiedad de Camilo Charry Garzón, afiliada a la empresa COOTRANSHUILA.

Fueron asesinados brutalmente, pero además los pájaros esparcieron partes de los cuerpos en el lugar en el que ahora, contra el tiempo, hay una virgencita olvidada y cruces también descuidadas, como si eso fuera suficiente; la fatalidad sumó a dos personas que eran en ese momento pasajeros del automóvil de placas desconocidas,1 de propiedad del señor Maximino Falla, que en su retorno de cada ocho días hacia sus fincas, llegaron insospechadamente al encuentro con la muerte que ya se había instalado allí, en los cadáveres de sus familiares, amigos y vecinos y en las armas de fuego y los machetes de los canallas que quitaban las vidas sin detenerse y herían, sin que nada ni nadie lo impidiera, pero sobre manera la muerte anidó en la ceguera política y en las entrañas de esos criminales, monstruos cobardes y miserables idénticos a quienes los incitaron al crimen político sectario.



Sobrevivientes
Algunos pasajeros salvaron sus vidas, heridos unos en el mismo escenario, dándose por desfallecidos simulando la muerte para mantener la vida, otros corriendo desenfrenadamente hasta más allá de los machetes y de las balas, fue el resultado criminal del camino sombrío que parecía interminable para la banda de facinerosos dirigida por Manuel María Cedeño Castro alias el Mico; Samuel Quintero alias el Renco; Miguel Ángel Cedeño Andrade alias el Conejo o el Rayo y por otros, que sin estar físicamente en la escena del crimen fueron los autores intelectuales, adiestrados para matar por odios políticos, comportamiento que muestra la más grande de las miserias sobre la tierra, que por interminables años ha golpeado brutal e injustamente a muchos colombianos.
Allí, inmóviles para la eternidad, ahora quedaron los cadáveres de los campesinos arriba de las bancas y en el piso de la Chiva, en un solo correr de la sangre, sobre la carretera y en el rastrojo, mezclados con los variopintos mercados comprados unas horas antes en la galería y graneros de la ciudad de Neiva, desparramados dentro y fuera del vehículo junto a zapatos, carteras de mujer y prendas de vestir, cabezas desprendidas de sus cuerpos, el cuadro no podía ser más desgarrador, más doloroso y más triste; la muerte así, de esa manera, tan cerca de la ciudad, de sus parcelas, de sus querencias… pero tan abandonados y tan olvidados, lejos del Estado y de todos, tanto, que nadie se dio cuenta de ellos vivos, tanto que todos supimos de ellos cuando fueron asesinados.
Aquellos que saltaron de la Chiva de la mano del pánico, lograron huir en todas direcciones por entre las balas y los machetazos, por entre los matorrales y los espinos, por entre los criminales y sus gritos de fi eras que ordenaban asesinarlos para silenciar voces de ayuda y posibilidades de posteriores reconocimientos.

Víctimas del magnicidio
Alberto Dussán Tafur, 16 años, soltero, agricultor, natural de Neiva. Lo mencionó su padre Ramón Dussán Medina. Lo mataron en la huída al lado de su padre y allí lo dejó y siguió corriendo.
Anibal Quintero Joven, 50 años, casado, agricultor, natural de Neiva.
Marcos Pascuas Cuenca, 50 años, casado, agricultor, natural de Neiva. El Juez Primero Superior lo nombró Marcos Pascuas Puentes en el auto de calificación, era hijo de Benito Pascuas.
Benito Pascuas, 78 años, casado, agricultor, natural de Neiva.
Justo Germán Cabrera Charry, 40 años, casado, agricultor, natural de Neiva.
Eduardo Medina Cabrera, 55 años, casado, ganadero, natural de Neiva.
Alejandro Oviedo Garzón, 42 años, casado, vaquero, natural de Neiva. Pasajero del taxi que llegó al lugar en el momento del asalto.
Camilo Charry Garzón, 53 años, casado, conductor, natural de Neiva. Era el propietario y conductor de la Chiva.
Camilo González, 22 años. En el expediente consta no haberse encontrado su acta de defunción.
Fidel Dussán Medina, 35 años, soltero, agricultor, natural de Neiva; el Juez Primero Superior de Neiva lo nombró Miguel Dussan, en el auto de califi cación; pero en el acta de defunción está registrado correctamente como Fidel Dussán Medina.
Jorge Dussán 12 años, soltero, estudiante, natural de Neiva.
Alfonso Rodriguez, 50 años, agricultor, casado, natural de Neiva.
Delfín Bernardo García Dussán, 51 años, soltero, ganadero, natural de Neiva. Pasajero del taxi que llegó al lugar en el momento del asalto.
José Dolores Medina Cabrera, 60 años, casado, agricultor, natural de Neiva.
Benito Medina Dussán, 40 años, casado, agricultor, natural de Neiva.
Manuel Santos Medina Cabrera, 50 años, agricultor, casado, natural de Neiva.
Justino Cabrera Charry, 50 años, casado, agricultor, natural de Neiva.
María Cardoso Viuda De Osorio, 50 años, hogar, viuda, natural de Aipe.
Genoveva Dussán De Cabrera, 35 años, casada, hogar, natural de Neiva.
Cristina Dussán De Quintero, 36 años, casada, hogar, natural de Neiva. Madre de Úrsula Medina Dussán.
Margarita Dussán De Meléndez, 54 años, casada, hogar, natural de Neiva. Madre de Rodrigo Meléndez Dussán.
Otilia Cabrera De Medina, 45 años, casada, hogar, natural de Neiva.
María Inés Medina Cabrera, 18 años, soltera, hogar, natural de Neiva. Hija de José Dolores Medina y Romelia Cabrera de Medina los dos asesinados junto con ella.
Úrsula Medina Dussán, 10 años; soltera, estudiante, natural de Neiva; en el auto de calificación del mérito del sumario, el Juez Primero Superior de Neiva la menciona como Úrsula Dussán Dussán. Así está registrada en el acta de defunción, pero su padre Ismael Quintero Medina era casado con Cristina Dussán y padre de Ursula Medina Dussán, así lo declaró él mismo.
Rsulina Villarreal, 50 años, soltera, ofi cios domésticos, natural de Neiva.
Romelia Cabrera De Medina, 50 años, casada, hogar, natural de Neiva.

Conmemoración
Esta fecha que es de nunca olvidar para los huilenses, por eso será conmemorada este sábado 5 de noviembre por la comunidad de la vereda de Peñas Blancas con una eucaristía en la Capilla a las 4 de la tarde.