Desde la reserva activa de las Fuerzas Militares surgió una voz de alerta sobre la decisión del Gobierno de suspender las compras internacionales de armamento. El mayor en retiro Germán Rodríguez advirtió que esta medida representa un riesgo inmediato para las operaciones militares en regiones con alta confrontación.
Rodríguez señaló que la capacidad de la Industria Militar Colombiana (Indumil) no alcanza para suplir las necesidades de munición, repuestos y sistemas de defensa que demanda el actual escenario de conflicto. “Confiar exclusivamente en la producción nacional sin un plan de transición real es un riesgo estratégico”, manifestó.
El oficial explicó que reemplazar proveedores o ampliar la capacidad estatal no es un proceso rápido, sino que puede tardar varios años o incluso décadas. Por ello, advirtió que este no es un asunto que se resuelva con decretos ni con gestiones diplomáticas.
Uno de los puntos que más preocupa es el impacto inmediato en el abastecimiento, el entrenamiento y el soporte técnico de las tropas desplegadas en terreno. Rodríguez también alertó que la suspensión afecta la cooperación internacional con países que proveen inteligencia, entrenamiento y logística, debilitando las operaciones conjuntas contra amenazas transnacionales.
“El Gobierno convierte la seguridad en un asunto de capricho. Esto no es diplomacia, es un berrinche que golpea la relación con los aliados y deja desprotegidos a soldados y policías en zonas críticas como Cauca, Arauca y Catatumbo”, enfatizó el mayor en retiro.







