El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, encabezó una mesa de trabajo con la Procuraduría General de la Nación para socializar los avances del proceso de contratación con la empresa sueca Saab, fabricante de los aviones Gripen, que reemplazarán la actual flota de Kfir.
Aunque la Procuraduría no tiene investigaciones abiertas sobre el contrato, cuyo valor ronda los $16,5 billones, el Ministerio solicitó su acompañamiento para garantizar la transparencia en la adquisición de las 17 aeronaves y los servicios asociados. Durante la reunión, Sánchez reiteró que cada fase del proyecto ha sido desarrollada con rigurosidad técnica y conforme a los protocolos de planeación establecidos, asegurando que toda la información ha sido compartida con los entes de control.
El encuentro se llevó a cabo un día antes de la reunión programada con la Contraloría General, que sí ha expresado inquietudes por la falta de información sobre el proceso previo y la firma del contrato. El contralor Carlos Hernán Rodríguez señaló que su entidad no ha recibido documentación oficial sobre una contratación que podría ser la más costosa en la historia del sector defensa.
Ante la falta de datos, la Contraloría convocó una mesa técnica urgente para este jueves a las 2:00 p.m., con el fin de obtener claridad sobre el uso de las vigencias futuras, los compromisos financieros y el posible impacto fiscal de la compra. Rodríguez advirtió que la figura de “reserva” no aplica en temas relacionados con recursos públicos.
Por su parte, la empresa Saab defendió la transparencia del contrato, afirmando que no hubo intermediarios ni terceros involucrados en el proceso y pidió no comparar las condiciones ofrecidas a Colombia con las presentadas a otros países, aunque no reveló los valores finales de la negociación.
