El desempleo en Colombia registró en julio su nivel más bajo desde 2017. Según el Dane, la tasa cayó a 8,8 %, frente al 9,9 % del mismo mes en 2023, en un contexto marcado por la generación de nuevos puestos de trabajo y un repunte de la actividad económica.
La ocupación subió a 58,9 %, lo que evidencia que más personas están accediendo al mercado laboral. El número de personas fuera de la fuerza de trabajo se mantuvo estable, lo que indica que la mejora en el empleo se dio por la creación de nuevas oportunidades, especialmente en el sector privado.
A diferencia de meses anteriores, la mayor parte de los empleos no se concentró en trabajadores por cuenta propia, sino en empresas privadas, que sumaron 769.000 nuevas plazas. Este crecimiento compensó la pérdida de puestos en sectores como administración pública, defensa, educación y salud (-53.000), así como en información y comunicaciones (-80.000).
Otro dato positivo es la reducción de la informalidad laboral, que pasó de 56 % a 54,8 %, su nivel más bajo desde 2021. Sin embargo, el panorama en las zonas rurales sigue siendo crítico: la informalidad en el campo alcanza el 83,1 %, lo que representa un reto para las políticas de empleo.
En contraste con las mejoras generales, algunas ciudades mantienen tasas preocupantes de desempleo. Quibdó, Arauca y Buenaventura lideran la lista de territorios con mayores dificultades para generar trabajo formal y estable.
