El Convenio 190 de la OIT, que busca garantizar entornos laborales libres de violencia y acoso, dio un nuevo paso hacia su ratificación en Colombia. La propuesta, firmada por el país en 2019, fue discutida tras ser consensuada previamente entre el Gobierno, empleadores y trabajadores.

Durante el debate, la representante y coordinadora ponente Mary Anne Andrea Perdomo subrayó que el convenio obliga al Estado a prevenir, sancionar y erradicar cualquier forma de violencia en el ámbito laboral, sin distinción entre sector público o privado.

Perdomo aseguró que su adopción permitirá fortalecer mecanismos para proteger a empleados de abusos durante sus jornadas. “Nadie debería escoger entre su derecho a trabajar y su salud mental o libertad sexual”, afirmó.

Sin embargo, algunos congresistas manifestaron dudas sobre el alcance del tratado. El representante Juan Fernando Espinal advirtió que se deben analizar los costos y consecuencias de su implementación, comparando el caso con experiencias fallidas como la de Escasur.

A esta iniciativa solo le resta el debate en la plenaria de la Cámara para que Colombia se una a los más de 30 países que ya han ratificado este acuerdo, considerado un avance jurídico, político y social en la defensa de la dignidad en el trabajo.