El presidente Gustavo Petro aseguró que el secretario de estado estadounidense Marco Rubio no tuvo participación en el presunto plan para desestabilizar su gobierno, revelado recientemente por el diario El País de España. “Lo peligroso no fue el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, que no estuvo metido realmente”, afirmó el mandatario, aludiendo a otros actores, cuyos nombres no mencionó.
Según el informe del medio español, el exministro Álvaro Leyva habría intentado reunirse con Rubio y sostuvo un encuentro con el congresista Mario Díaz-Balart, además de buscar contacto con el representante Carlos Giménez. Todos son miembros del Partido Republicano. La supuesta intención era promover presión internacional para sacar a Petro del poder, propuesta que —según El País— no fue tomada en cuenta por la Casa Blanca.
Petro reaccionó en la red social X calificando el intento como un plan organizado por personas movidas por el odio y la soberbia. “Leyva no está loco”, escribió, dando a entender que el complot tenía motivaciones claras. En ese contexto, Leyva habría impulsado a la vicepresidenta Francia Márquez como posible reemplazo de Petro en la Presidencia.
El diario reporta que Márquez participó en un Consejo de Ministros televisado, donde se enfrentó públicamente al presidente tras una crítica a sus asesores, lo que Leyva interpretó como una señal de respaldo a su causa. La vicepresidenta, sin embargo, pidió a la Fiscalía investigar y negó haber hecho acuerdos con el exministro.
El presidente, molesto tras escuchar los audios en su despacho, habría pedido explicaciones a Márquez, quien negó actuar a sus espaldas y reiteró su lealtad. Según El País, Petro le exigió un pronunciamiento público desmintiendo cualquier participación, a lo cual ella se negó, dejando la relación entre ambos completamente fracturada.
