El presidente Gustavo Petro defendió este viernes la compra de 17 aviones de combate Gripen a la empresa sueca Saab, un contrato por 16,5 billones de pesos firmado con el Ministerio de Defensa. Durante su alocución televisada, el mandatario destacó que, después de medio siglo, Colombia contará con una flota aérea moderna, tecnológica y adquirida sin corrupción.
Petro rechazó las críticas de algunos medios y sectores de oposición que cuestionaron la pertinencia de la inversión. “Discúlpenme, señores que han gobernado este país durante siglos, no fueron capaces de cambiar una flota vieja israelí de 50 años. No pensaban en la vida de los pilotos ni en la de los soldados”, afirmó, señalando que su Gobierno sí priorizó la seguridad y la dignidad de las Fuerzas Armadas.
El jefe de Estado insistió en que el proceso de compra fue transparente y que los nuevos aviones fortalecerán la defensa nacional. “Aquí no estamos robando. Después de medio siglo, Colombia tiene una flota decente, poderosa y de alta tecnología”, subrayó.
Frente a los cuestionamientos sobre la oferta estadounidense de aviones F-16, Petro explicó que Estados Unidos solo ofreció aeronaves de segunda y tercera mano. “No voy a poner a los pilotos de Colombia en aviones que se pueden caer”, advirtió, aclarando además que la propuesta norteamericana no era vinculante ni incluía equipos adicionales.
Durante la firma del acuerdo, el mandatario también destacó los beneficios sociales del contrato, que contempla compensaciones en proyectos de desarrollo tecnológico, médico y ambiental. Entre ellos, la instalación de paneles solares flexibles en zonas vulnerables y plantas desalinizadoras en La Guajira, además de cooperación sueca para el fortalecimiento del Hospital San Juan de Dios en Bogotá.







