El presidente Gustavo Petro propuso una transformación en la estrategia de defensa de Colombia, basada en la diversificación de proveedores de armamento y el fortalecimiento de la industria militar nacional. La declaración se dio durante la inauguración de la Feria Internacional Aeronáutica y Espacial F-AIR 2025 en Rionegro, Antioquia.
Petro advirtió que “los que eran amigos antes no lo son ahora”, en lo que muchos interpretaron como una referencia a las tensiones con Estados Unidos, tradicional aliado en materia de seguridad. En ese contexto, el mandatario anunció una transición en dos fases: primero con compras a nuevos países, como Suecia, y luego con desarrollo tecnológico propio.
El presidente recalcó que el objetivo es contar con una fuerza pública que dependa únicamente de Colombia. Aseguró que la soberanía implica independencia tecnológica y armamentística, no por rechazo a la ayuda externa, sino por la necesidad de autonomía nacional en temas estratégicos.
Como parte de esa estrategia, Colombia seleccionó en abril pasado al fabricante sueco Saab para la compra de aviones de combate Gripen, que reemplazarán la obsoleta flota de Kfir. Además, el país ya inició la construcción de su primera fragata nacional, como símbolo de esta nueva etapa.
Aunque Estados Unidos sigue siendo el mayor socio comercial y aliado en defensa del país, con un intercambio de más de 36.000 millones de dólares en 2024, el Gobierno de Petro insiste en avanzar hacia una defensa menos dependiente del extranjero y con mayores capacidades propias.
