En un acto de entrega de 18 mil hectáreas en La Dorada (Caldas) como parte de su reforma agraria, el presidente Gustavo Petro reiteró su llamado a la organización campesina y la asociatividad como ejes para transformar el campo colombiano. El mandatario señaló que los campesinos deben acceder a los mecanismos de participación que contempla la Constitución y planteó que el país requiere una Asamblea Nacional Constituyente.
Petro cuestionó la manera en que se ha aplicado la Constitución de 1991, asegurando que “le hicieron conejo” y que el modelo de Estado social de derecho fue distorsionado por la influencia de la gobernanza paramilitar. Según dijo, esta situación ha impedido que los proyectos sociales y agrarios se concreten de manera efectiva.
El jefe de Estado subrayó que la Constituyente no es un recurso de consulta popular, sino un instrumento para darle continuidad al poder popular. En ese sentido, insistió en que la unión de los campesinos y la ciudadanía será determinante para impulsar un nuevo pacto social.
“El poder constituyente no tiene otro camino, es la nueva fase de la lucha popular y del gobierno del cambio. Es allí donde se compromete mi tiempo, mi actividad y mi físico”, afirmó el mandatario al destacar su respaldo al proceso.
Finalmente, invitó a los sectores sociales a organizarse para garantizar que programas como la restitución de tierras y la transformación del agro no se detengan, sino que puedan consolidarse bajo un marco constitucional que respalde la justicia social.
