La sorpresiva salida de Angie Rodríguez de la dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) volvió a evidenciar la inestabilidad que ha marcado al Gobierno del presidente Gustavo Petro durante más de tres años. La funcionaria, una de las personas de mayor confianza del mandatario, recibió de él mismo la solicitud directa de renuncia.
Rodríguez había asumido el cargo tras las salidas de Carlos Ramón González y Laura Sarabia, y había logrado imprimir algo de continuidad a una oficina caracterizada por los constantes relevos. Sin embargo, en los últimos días perdió el respaldo presidencial y su salida se hizo efectiva de inmediato.
El detonante de la crisis fue el caso de José Alexis Mahecha, exdirectivo del DAS y absuelto recientemente por el escándalo de las chuzadas del gobierno Uribe. Rodríguez lo había vinculado al Dapre por sus conexiones políticas con Guillermo Alfonso Jaramillo y el Tolima, pero su presencia generó divisiones y sospechas dentro del Ejecutivo.
Aunque Rodríguez terminó separándolo del cargo, Mahecha logró acercarse nuevamente al Gobierno y avanzaba hacia un nombramiento en el Ministerio de Hacienda, en un área clave de rentas y juegos. Al conocer esa gestión, Rodríguez decidió retirar la hoja de vida del exfuncionario, decisión que provocó el disgusto del presidente Petro.
El pulso lo ganó Mahecha. Su reaparición en la administración pública terminó costándole el puesto a Rodríguez, quien había acompañado al presidente en viajes oficiales y reuniones estratégicas, y mantenía un círculo de trabajo cercano con Armando Benedetti.
