La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificó que no se anulará el proceso penal que enfrenta el actual ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, por el presunto delito de tráfico de influencias dentro del conocido “Carrusel de la contratación” en Bogotá.
La defensa del funcionario había solicitado la nulidad del proceso argumentando una indebida calificación jurídica y falta de precisión sobre las fechas y lugares en los que habría ocurrido la conducta delictiva, presuntamente cometida en 2009 cuando Sanguino era concejal de la capital.
En primera instancia, la Corte negó la petición al considerar que los argumentos de la defensa carecían de sustento. En el expediente, la Fiscalía detalla que las presuntas influencias de Sanguino estarían relacionadas con la adjudicación del contrato para la nueva sede del Hospital de Usme y otros convenios de personal, en reuniones sostenidas entre enero y noviembre de 2009 en distintos puntos de Bogotá.
Al resolver la apelación, la Sala Penal concluyó que los argumentos de la defensa “no pasan de ser una especulación”, ya que no demostraron una vulneración real a las garantías procesales. Además, precisó que un examen preliminar de la imputación fáctica y jurídica permite descartar, por ahora, la invalidez de lo actuado por la Fiscalía.
Sanguino es investigado por supuestamente influir en la entonces directora del Hospital de Usme para direccionar un contrato de obra hacia un contratista específico, conducta que la Fiscalía considera encaja en el delito de tráfico de influencias de servidor público.







