En medio de la compleja situación de orden público que atraviesa el país, 74 militares del Ejército Nacional fueron secuestrados en la vereda El Arrayán, zona rural del municipio de La Plata. El hecho se produjo luego de que cerca de 15.000 habitantes de comunidades cercanas, presionados por la estructura Hernando González Acosta de las disidencias de las Farc, expulsaran a los uniformados del territorio.
El coronel Henry Herrera, comandante de la Novena Brigada, confirmó la situación y la calificó como un secuestro. “Eso es un secuestro: impedir la libre movilidad, obligarlos a desplazarse en contra de su voluntad. Eso es un secuestro”, afirmó.
Horas antes, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, rechazó el hecho y anunció que interpondrá las denuncias correspondientes. También hizo un llamado a la comunidad para evitar que este tipo de acciones favorezcan a los grupos armados.
“Invito a las comunidades a reflexionar sobre las consecuencias de estas acciones: solo benefician a los criminales y exponen a sus hijos y familias al reclutamiento forzado y a nuevas violencias”, advirtió el jefe de la cartera de Defensa.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Colombia también condenó el secuestro y exigió medidas inmediatas de protección. En un comunicado, instó al Estado a garantizar los derechos de la población y pidió a los grupos armados no estatales respetar a los civiles y acatar el Derecho Internacional Humanitario.