El Banco de la República decidió mantener inalteradas las tasas de interés en 9,25 %, una decisión esperada por el mercado, aunque no exenta de controversia. Cuatro de los siete miembros de la junta votaron por mantenerlas, mientras dos propusieron una reducción de 50 puntos básicos y uno más una baja de 25 puntos.
Según el gerente del emisor, Leonardo Villar, la decisión se basa en factores como la lenta reducción de la inflación, las expectativas inflacionarias aún por encima de la meta del 3 %, y la incertidumbre generada por la suspensión de la regla fiscal. Villar señaló que la convergencia a la meta de inflación será más lenta de lo previsto.
En su comunicado, el banco informó que entre abril y mayo la inflación anual pasó de 5,2 % a 5,1 %, y la inflación básica, que excluye alimentos y precios regulados, bajó apenas de 4,9 % a 4,8 %. Para la junta, estas disminuciones son insuficientes para justificar una política monetaria más flexible en este momento.
La decisión llega justo un día después de que las calificadoras Moody’s y S&P rebajaran la nota crediticia de Colombia, un contexto que ha generado preocupación en sectores del Gobierno. El ministro de Hacienda, Germán Ávila, criticó la determinación del emisor, afirmando que va en contravía de los esfuerzos por reactivar el crecimiento económico.
Ávila insistió en que las condiciones macroeconómicas permitirían una política menos restrictiva, y reiteró su llamado a reducir gradualmente las tasas. La próxima reunión del Banco de la República para evaluar los tipos de interés será el 31 de julio.