Más de 5 mil personas murieron por un devastador terremoto de magnitud 7,8 que sacudió este lunes en el sureste de Turquía y el norte de Siria, y que se sintió incluso hasta en Groenlandia.
En Turquía, donde se registró el epicentro, al menos 2.762 personas murieron, según el último balance comunicado por el servicio de emergencias. Las autoridades añadieron que más de 11.000 personas resultaron heridas.
En Siria el sismo causó al menos 2.293 muertos y más de 2.400 heridos. El Ministerio de Salud sirio informó de 593 personas muertas y 1.403 heridos en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra.



Los Cascos Blancos, que operan en las partes de Siria en manos de los rebeldes, indicaron que hubo al menos 700 muertos y más de 1.050 heridos en esos sectores. «La situación es muy grave, muchas personas siguen todavía bajo los escombros de edificios», declaró el cirujano Majid Ibrahim, desde el hospital Al Rahma de la ciudad siria de Darkush.
Más de 45 países han expresado su apoyo y han anunciado envíos de cientos de efectivos de rescate a este país y a su vecino Siria. El objetivo es asistir a las miles de familias afectadas por los seísmos, que han dejado por el momento 14.000 heridos, más de 3.600 muertes y miles de edificios destruidos; si bien se ha conseguido sacar de los escombros con vida a unas 2.400 personas.