El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió cancelar los esfuerzos diplomáticos que buscaban un posible acercamiento con el Gobierno de Venezuela y ordenó a su enviado especial, Richard Grenell, detener todas las gestiones en curso, informó The New York Times.
De acuerdo con el diario estadounidense, la instrucción fue comunicada directamente por Trump a Grenell y tiene aplicación inmediata, poniendo fin a los intentos de diálogo entre ambos países. Las conversaciones estaban orientadas a explorar una vía de negociación bilateral.
La medida representa un giro en la política exterior de Washington hacia Caracas, en medio de una relación marcada por sanciones y tensiones diplomáticas. Fuentes citadas por el medio señalan que el cierre de este canal podría endurecer aún más la postura estadounidense frente al régimen de Nicolás Maduro.
Actualmente, Estados Unidos mantiene una fuerte presencia militar en el Caribe, con al menos ocho buques de guerra, un submarino de ataque nuclear y más de 4.500 soldados, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Sin embargo, el Gobierno venezolano sostiene que se trata de una maniobra para promover un “cambio de régimen”.
Desde agosto, las fuerzas estadounidenses han destruido cinco embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe Sur, dejando más de 20 muertos. Trump ha declarado que el país enfrenta un “conflicto armado no internacional” contra los carteles, justificando así las acciones militares en la región.







