El presidente de Estados Unidos declaró oficialmente al régimen venezolano de Nicolás Maduro como una organización terrorista extranjera, acusándolo de robar “petróleo, tierras y otros activos” para financiar actividades ilícitas como el narcotráfico, la trata de personas y el secuestro.

La decisión se enmarca en la creciente tensión entre Washington y Caracas, especialmente después de que, a mediados de noviembre, el denominado “Cartel de los Soles” fuera incluido en la lista de organizaciones terroristas. Dicha medida coincidió con el despliegue militar ordenado por Donald Trump en aguas internacionales del Caribe, con el argumento de intensificar la lucha contra el narcotráfico.

Según fuentes estadounidenses, la operación “Lanza del Sur” ha ejecutado más de veinte bombardeos contra embarcaciones calificadas como “narcolanchas”, resultando en la muerte de más de 80 presuntos “narcoterroristas”.

Trump afirmó que Venezuela está “rodeada por la Armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica” y advirtió que la presión aumentará “hasta que devuelvan a Estados Unidos todo el petróleo, las tierras y los activos robados”.

El mandatario reiteró su postura a través de su red Truth Social, señalando que su gobierno “no permitirá que criminales, terroristas ni regímenes hostiles roben o amenacen a la nación”, y exigiendo la devolución inmediata de los recursos mencionados.