
El cierre de la Villa Olímpica de Neiva desde el inicio de la actual administración ha afectado a cientos de deportistas y entrenadores, especialmente en la disciplina de natación. La falta de mantenimiento y los riesgos estructurales fueron señalados como razones para clausurar el escenario, sin que hasta ahora se haya avanzado en su recuperación.
A pesar de que la Secretaría de Deportes habilitó otras piscinas en la ciudad, la única de 50 metros sigue fuera de servicio, lo que ha perjudicado el rendimiento de los nadadores y generado preocupación en la comunidad deportiva. Además, la falta de un espacio adecuado ha impactado económicamente a entrenadores y clubes.
Los deportistas en situación de discapacidad también han sido afectados, ya que el cierre ha limitado su preparación y afectado su desempeño en competencias nacionales. La falta de un espacio adaptado ha generado dificultades en los desplazamientos y entrenamientos de esta población.
Desde la administración municipal se reconoce que la falta de recursos ha retrasado la intervención de la Villa Olímpica. Aunque se han anunciado estudios y consultorías, aún no hay una fecha concreta para su reapertura, lo que mantiene la incertidumbre entre los afectados.