La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de la Gobernación del Huila informa sobre la variabilidad climática prevista para las próximas semanas, según los últimos reportes emitidos por el IDEAM.
Se espera un aumento de la temperatura entre 0.5°C y 2°C. Este incremento podría mitigarse parcialmente debido a la llegada de vientos frescos provenientes de corrientes oceánicas y lluvias ligeras, lo que permitiría reducir las temperaturas hasta en 0.5°C. Hacia la primera mitad del mes de noviembre, se pronostican lluvias más intensas, por lo que es vital que los municipios del Huila se preparen ante esta situación.
Frente al tema, Isabel Hernández, jefe de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres del Huila, precisó que es fundamental que la comunidad y las autoridades locales estén alertas ante estos cambios. “Aunque las proyecciones indican una mayor intensidad de las lluvias en los próximos meses, especialmente a partir de noviembre, es importante recordar que estas predicciones están sujetas a cambios y deben ser monitoreadas constantemente. Actualmente, se ha registrado un incremento en las lluvias en el norte del Huila, mientras que en el sur las precipitaciones han sido menores”.
Indicó que los municipios con mayor vulnerabilidad debido a la presencia de fuentes hídricas que han experimentado situaciones de riesgo son: Algeciras, Aipe, Baraya, Campoalegre, Acevedo, Colombia, Elías, Gigante, Guadalupe, Isnos, La Argentina, La Plata, Neiva, Palermo, Pitalito, Rivera, Tarqui, Tello, Teruel, Timaná, y Villavieja. Estos territorios deben estar especialmente atentos y activar los mecanismos de prevención para enfrentar cualquier eventualidad.
Además, se han identificado 46 puntos críticos por deslizamientos de tierra en 22 municipios del departamento. Estos puntos representan un riesgo significativo, por lo que cada municipio debe prestar especial atención a sus áreas más propensas a deslizamientos y tomar las medidas preventivas necesarias.
Desde la Gobernación del Huila, se hace un llamado a los alcaldes, organismos de socorro y la ciudadanía a activar los planes de contingencia y adoptar medidas preventivas para enfrentar los riesgos asociados a la variabilidad climática, especialmente en las zonas propensas a inundaciones y deslizamientos.